Colapsa Transporte Público

Carolina Acosta se tiene que despertar a las 4:00 de la mañana para poder llegar a tiempo a la escuela en Guadalajara. Ella vive en La Azucena y entra a las 7:00 de la mañana a la Universidad.

 

A las 5:00 ya está esperando el camión, pero en ocasiones pasan hasta cinco autobuses llenos , hasta con personas colgadas que hacen imposible abordarlos. Si logra subirse tiene que armarse de valor, “apachurrarse” e ir aguantando empujones y hasta manoseos.

 

Lo que en automóvil haría 45 minutos desde su casa hasta la escuela, en autobús tiene que invertir tres horas…y otras tres de regreso si también le toca hora pico.

 

Esa es la realidad de muchos de los habitantes de El Salto y Juanacatlán. La población sigue creciendo, no así el número y la calidad del transporte público.

 

“Es una pesadilla subirse al camión de El Salto, sobre todo a las horas pico, vienen muy llenos, a veces ni se paran, o te tienes que estar peleando con las otras personas para subirte, todos queremos llegar temprano al trabajo o a la escuela”, cuenta Carolina, estudiante de derecho en una escuela privada de Guadalajara.

 

“El servicio es malo, faltan camiones, son muy pocos para el número de pobladores que ya tienen ambos municipios”, opinó.

 

Según la versión de otros usuarios entrevistados por La Cascada, el estado de las unidades también deja mucho que desear, además de en ocasiones los choferes “van de carrera” en busca de ganar el pasaje.

 

“El servicio es pésimo, las unidades ya están muy viejas y las llenan hasta que no queda ni un espacio en el pasillo, los choferes van fumando, la mayoría son ofensivos y no respetan los semáforos, ni altos”, criticó en redes sociales, José Flores.

 

La línea de autobuses Guadalajara-El Salto es la única empresa que abastece el servicio desde Juanacatlán, hasta el centro de Guadalajara, vía Alameda, Castillo y Agua Blanca.

 

Hasta hace 10 años, el tiempo que hacia el autobús en llegar desde Juanacatlán al centro de Guadalajara era de máximo 1 hora.

 

Ahora, puede hacer hasta 2 horas en hora pico, por la gran cantidad de paradas que hace el autobús.

 

La Cascada buscó hasta en dos ocasiones una entrevista con la empresa que prové el servicio de transporte público en El Salto y Juanacatlán, pero en ambas ocasiones no se obtuvo respuesta.

 

 

 

Surge “transporte alterno”

en fraccionamientos

 

A falta de un buen servicio de transporte público, En El Salto y Juanacatlán, hay habitantes que se han organizado y encontrado la oportunidad de negocio y están ofreciendo el servicio de “taxi colectivo”.

 

“Estamos artos de los camiones. Yo todos los días voy a Guadalajara a trabajar y cuando pasaba por la parada de camiones, veía a muchísima gente esperando el camión y ahí fue donde se me ocurrió la idea de cobrar por llevarlos”, expresó el chofer de este “transporte alterno”, que prefirió omitir su nombre.

 

“Les cobró de 30 pesos, desde Lomas de El Salto hasta Guadalajara y si se bajan antes, 25 pesos. Ahí me pongo en las mañanas en la parada de camión y la gente ya me conoce".

 

El problema de utilizar este tipo de transporte es que no se cuenta con seguro para los usuarios en caso de un accidente.

 

Además, al no estar regulado por ninguna autoridad, se corre también podría surgir otros problemas como ser víctimas de un delito.

 

Edgar Soto vive en el Fraccionamiento El Faro de Juanacatlán. Él afirma que los autobuses son mus escasos en su colonia, por lo que adecúo su camioneta para llevar a sus hijos y a vecinos de la colonia a una escuela primaria en Puente Grande.

 

“Me enteraba que los niños no estaban yendo a la escuela porque no tenían como irse y al principio me los llevaba de gratis, pero después comencé a cobrar, para el mantenimiento de la camioneta”, cuenta Edgar.

 

Otro caso son los mototaxis, que siguen creciendo en El Salto y Juanacatlán.

 

Estos, aunque no suelen hacer recorrido largos, también se han vuelto un foco rojo para su regulación.

 

 

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