Copenhague, un ejemplo de lucha
La Cascada presenta una serie de reportajes sobre ríos de todo el mundo que fueron descontaminados. En algún momento fueron símbolo de la degradación ambiental como lo es ahora el Santiago.
Probablemente, la gran mayoría conoce a la capital danesa por ser un referente medioambiental. De hecho, hoy tiene una meta muy clara: ser en el año 2025 la primera capital del mundo en compensar sus emisiones de carbono.
Pero esto no siempre fue así, porque antes las tuberías llevaban el agua de lluvia hacia los ríos y canales, lo que lamentablemente se mezclaba con la red de saneamiento, una especie de transporte directo de los residuos a las aguas. Por otra parte, la era industrial en torno al río significó que gran parte de la basura terminara en sus aguas.
En 1991, se pudo concretar un plan de saneamiento de aguas y y de eliminación de las zonas industriales alrededor del río. Gracias a esto, los drenajes pluviales fueron reconstruidos y los depósitos de agua se establecieron en puntos estratégicos de la ciudad. La basura, a su vez, pasó a ser reciclada e incinerada .
Hoy en día los ciudadanos y turistas se pueden bañar en piscinas públicas y artificiales creadas por el gobierno.
Entre 1979 y 1989, los daneses redujeron en un 22% su consumo energético.
El 99% de las aguas residuales se tratan y las emisiones de dióxido sulfúrico se redujeron en un 40% entre 1978 y comienzos de la década de 1990. No obstante, todavía existen una serie de problemas sin solución, como el vertido de aguas residuales procedentes de la actividad agrícola, que ha provocado recientemente la aparición de algas dañinas en el mar del Norte y que constituye una amenaza cada vez más peligrosa para el consumo de agua potable. El país se está esforzando por limpiar 3.000 lugares donde se descubrió, en la década de 1980, que se habían producido vertidos accidentales.
Hoy hay aproximadamente 1.400 plantas de tratamiento operativas. Un gran ejemplo en este sentido es Copenhague, donde se ha conseguido un nivel de limpieza de las aguas del puerto que ha permitido abrir baños públicos, donde pocos años atrás el agua estaba altamente contaminada debido al obsoleto sistema de alcantarillado. La inversion municipal en su completa renovación permitió en 2002 la apertura del primer baño público en el puerto, acción que ha contribuido muy significativamente a la revitalización de la zona portuaria enclavada en el centro histórico.
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