¿Para qué son las Fiestas Patronales?
“Es necesario encontrar ese equilibrio con tu vida personal y fomentar el sentimiento de pertenencia a una comunidad.”
Loreena McKennitt , músico y cantante canadiense
Las Fiestas Patronales dan sentido de pertenencia a un lugar y colaboran con la conformación de la comunidad.
Muchas de ellas son una combinación de manifestaciones culturales y religiosas que perduran en el tiempo y que se transmiten de generación en generación y dotan de identidad a la población.
En la Cabecera Municipal de El Salto, desde hace un siglo se venera a la Virgen Madre Admirable y desde hace décadas, en octubre se celebran las Fiestas Patronales en su honor.
Su historia se remonta al 20 de octubre de 1905 cuando doña Dolores Martínez Negrete de Bermejillo (propietaria de la Hacienda Jesús María) regaló la imagen de la Madre Admirable que tenía en la capilla de la hacienda de “La Azucena” a los entonces habitantes de El Salto de Juanacatlán, que en su mayoría eran familias con algún integrante trabajando en la Fábrica Textil Río Grande.
La Madre Admirable fue trasladada a El Salto donde los obreros de la fábrica comenzaron a llamarla “La Virgen Hilandera” y a tributarle honores reconociéndola como su protectora.
Así, al pasar de los años se celebran las Fiestas Patronales como una expresión de sincretismo religioso que conforma un espacio territorial, una identidad, una pertenencia e incluso una función económica y social.
Pero también del 12 al 20 de octubre en El Salto confluyen en el tiempo y espacio, tanto la Fiesta Religiosa a la madre Admirable, como la "Otra Fiesta": los conciertos, los bailes, el abuso de las bebidas alcohólicas, drogas, ruido excesivo, basura.
Y también, en los últimos años, las mimas Fiestas Patronales, las peregrinaciones, Misas y otros servicios religiosos han sido escenario de aprovechamiento de políticos (a veces sin escrúpulos) en busca de posicionamiento positivo (apegado a la Virgen) o para ganar adeptos y mantenerse en el poder.
Este año hasta disparos al aire hubo para repeler una bronca en la madrugada a dos cuadras del Templo, en la espera de acudir a las tradicionales "Mañanitas"... claro en honor a la Virgen Madre Admirable.
No estoy en contra de "La Otra Fiesta", yo mismo disfruté hace años de los bailes (y sí, de alguno que otro exceso).
Y tampoco quiero que esta columna se lea en tono de "señor amargado" y que se interprete como una invitación "purista" hacia la Fiesta religiosa.
Pero sí considero que si la Parroquia de la Madre Admirable y el Gobierno Municipal no buscan regular "La Otra Fiesta", está terminará opacando lo religioso y poniendo una sombra sobre el principal motivo de la misma.
Jesús Alejandro Martínez es Director General de La Cascada
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