Adiós a las aulas

La maestra a la que muchos le temieron por su método de enseñanza “ortodoxa” que ha dado resultados, y que a otros simplemente no se llevaron la mejor experiencia, como ella misma lo menciona. La maestra Águeda Sánchez Barba, habla con La Cascada de la gran decisión y el gran paso en su vida: el retiro de las aulas.

Egresada de la carrera de Administración de Empresas, considera que el destino la llevó al magisterio, al ser maestra de biología de secundaria.

“Era un ingreso que me ayudaba para pagar mi carrera. Allí empecé a disfrutar esta carrera tan maravillosa y después fui profesora suplente en la facultad de Administración”, recuerda.

Recibió a la primera generación de la Preparatoria Regional de El Salto en 1984, bajo un proyecto donde no cobraba.

“Les dije que por supuesto, no importa que no me paguen, porque quería dar algo a mi gente y así fue como llegué a está Preparatoria, desde el anterior edificio (por el Mercado)”, expresó.

El momento de cerrar una etapa en su vida y de la cual siente nostalgia después de servir y dedicarse muchos años a cumplir en la formación de miles de jóvenes.

“Quiero que mis alumnos me recuerden como soy ahora, sin sentirse obsoleta, en capacidad, vitalidad y habilidades”, dijo.

“Águeda sentará a esperar la muerte, voy a morir activa. Nunca dejaré de trabajar, me gustaría emprender un negocio, estudiar, tal vez entre a un curso de repostería y hasta entrar a la carrera de chef… Águeda no se quedará quieta, sólo cambio de actividades, este ciclo lo quiero cerrar vital”

FRASE

“No me voy porque estoy enferma, simplemente porque siempre hay que tomar en la vida la decisión de retirarse justo cuando está uno fuerte y vital”

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