Fomentar la meritocracia
Estoy convencido que uno de los más grande problemas de los Ayuntamientos es su personal NO calificado para el puesto que desempeñan.
Por sistema vemos cada tres años, en cada cambio de gobierno, a servidores públicos de todos los niveles colocados ahí por un pago de favores durante las elecciones e incluso, ¡por la compra del puesto!
Esto, que parece ya una práctica normal y hasta aceptada por la sociedad, trae graves deficiencias y corrupción en la administración pública y claro, todo en detrimento de la calidad de servicio para los ciudadanos.
Lo que sí es normal –y creo comprensible- es que el Alcalde en turno tenga en su equipo a gente de confianza, aquella que lo apoyó durante todo su proceso, pero lo correcto sería colocarlo en un puesto público para el que esté capacitado. Si sabe barrer, hay que ponerlo de barrendero.
En contraparte, también cada tres años vemos cómo se cambia el personal de los Ayuntamientos por el hecho “de no ser del grupo político” y esto acrecenta cuando hay cambio de partido político que gobernará.
Servidores públicos valiosos, que dominan su área, con experiencia y que venían haciendo un buen trabajo, tienen que dejar su puesto y se les paga un finiquito, que claro, va en afectación del erario público.
Promover la meritocracia puede cambiar los Ayuntamientos para bien. Tenemos un sistema que privilegia el compadrazgo sobre la competencia y la capacidad.
Una de las grandes tragedias de los Ayuntamientos –y de todo México- es tener personal en puestos de gran responsabilidad, que no están comprometidos con su trabajo.
Necesitamos reconocer y premiar el esfuerzo, compromiso y voluntad. Que el currículo corresponda al puesto.
Los ciudadanos debemos de tener una cultura de la información y la exigencia –con respeto- para tener servidores públicos de calidad y capacitados para el puesto que desempeñan.
Recuerden que ustedes les pagan. Los ciudadanos son sus jefes.
Correo: [email protected]
Twitter: @jealmartin
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